El ministro de Industria, Energía y Turismo, ayer, en la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros. / AFP
El recibo de la luz subirá un 7% a partir de mañana. El ministro de Industria, José Manuel Soria, autorizó ayer esta medida, pero a su vez asestó un recorte de 1.700 millones a los ingresos que perciben las eléctricas. Quiso así demostrar que los esfuerzos para arreglar los desequilibrios del sector no sólo los harán los consumidores. También las grandes compañías tendrán que asumir sacrificios.
Las medidas de choque para el sector energético se articularán a través de un Real Decreto Ley aprobado ayer en Consejo de Ministros, «que reducirá los costes del sistema en alrededor de 1.700 millones de euros y, paralelamente, aplicará una subida de tarifas que permitirá aumentar los ingresos del sistema en unos 1.400 millones», anunció ayer Industria en un comunicado oficial.
Para aumentar esos ingresos, el alza será del 7% para la Tarifa de Último Recurso (TUR) de la luz, a la que están acogidos más de 22 millones de consumidores domésticos, del 4,1% para las pymes, de un 2,68% para los consumidores industriales y del 0,91% en el caso de las grandes industrias. El gas natural, por su parte, subirá un 5% también este domingo. Ésta es la parte del sacrificio que le toca a asumir la ciudadanía y a las empresas consumidoras de electricidad.
Pero, tal y como había advertido el Gobierno en múltiples ocasiones, otra buena parte de ese esfuerzo recaerá en las grandes eléctricas. Soria aprobó ayer un ajuste de ingresos total de 1.700 millones, superior al escenario que preveían las cinco grandes: Iberdrola, Endesa, Gas Natural Fenosa, HC Energía y E.ON.
«Resoluciones judiciales recientes [del Tribunal Supremo] obligan a cubrir un desajuste en el sistema eléctrico en 2011 y 2012 de unos 3.100 millones de euros que, de cargarse únicamente en el consumidor, supondría subir la tarifa de la luz más de un 30%. El Gobierno ha optado por repartir este ajuste entre consumidores, empresas y administración», se justificaba ayer Soria para explicar el recorte aplicado al poderoso lobby eléctrico.
Sus ingresos por distribución (transportar la luz desde las subestaciones a viviendas y empresas) caerán un 12,5% este año, con una merma de 688 millones de euros (las empresas preveían 500) sobre los 5.500 que cobraron en 2011. El ajuste será del 10% (84 millones de euros) en sus ingresos por los pagos por capacidad (tener paradas algunas centrales térmicas, pero preparadas para entrar en el sistema cuando haya picos de demanda). Las primas por consumir carbón nacional caerán un 10%, unos 46 millones.
También verán recortados en 56 millones (10%) lo que reciben las grandes empresas (siderúrgicas, cementeras...) por los contratos de interrumpibilidad (poder cortarles la electricidad cuando el sistema la necesite), así como la CNE (60 millones menos de retribución), el IDAE (recorte de un cargo remanente de 613 millones) y Red Eléctrica (se ahorrarán 197 millones por cambios en la contabilización de la retribución de sus inversiones).
Al final, el sector del transporte (Red Eléctrica y Enagás, controladas por el Estado y que ayer subieron en Bolsa) se ha librado de un ajuste que pidieron las grandes eléctricas. Éstas también pedían al Gobierno un ajuste al sector termosolar, para reducir las fuertes primas que reciben y que van directas a engordar el déficit de tarifa. Pero los 1.300 megavatios termosolares que entraron en el registro, que tendrán un coste en primas de 1.600 millones anuales según la CNE, se han salvado, por ahora, del ajuste de Soria.
Con todos estos mimbres, las grandes eléctricas denunciaron ayer las medidas «profundamente discriminatorias» que han sufrido, señaló una fuente a este diario. «El precio de la energía bajó un 7% en la subasta, nos recortan la retribución por las redes en un 13%, los pagos por capacidad en un 11% y los pagos por garantía de suministro (carbón) en otro 10%, a los consumidores se les incrementa la luz un 7%, pero el Gobierno no se ha atrevido a tocar ni a los operadores del sistema (REE y Enagás) ni a las termosolares, que es una tecnología menos eficiente y mucho más cara», añadió.
Otra fuente del sector recordó que «las eléctricas no piden una subida de la TUR del 40%, pedimos un alza del 30% sólo en los peajes (representan el 50% del recibo) para que no haya déficit de tarifa. Pero el Gobierno insiste en criminalizarnos y culparnos a nosotros de pedir fuertes subidas de la luz. Ni un euro del alza del 7% aprobada ayer va a la cuenta de resultados de las eléctricas, sino a reducir el déficit de tarifa».
La patronal Unesa emitió una nota en la que culpó al Gobierno de cargar todos los ajustes sobre los consumidores y las eléctricas, salvando a las renovables y le avisó de que las eléctricas «adaptarán su estructura e inversiones al nuevo modelo». En román paladino, invertirán menos en distribución, se destruirán empleos y podría haber más apagones, alertaron implícitamente.